Cultura religiosa salvadoreña y su doble rasero
En este país, El Salvador, la gente es ridículamente fanática del cristianismo. Fui a la tienda a comprar y el dueño estaba haciendo un culto. Después de que toque, salió: "Hermano no quiere pasar y adorar al Sr." me dijo. Eso me molesto, primero porque yo no soy su hermano y segundo porque yo no soy creyente, así que medio tibio le dije. "Yo soy ateo y no creo en esas tonterías dogmáticas." Abrió los ojotes de búho trasnochado, el viejo ridículo y puso cara de pocos amigos. Para calmarlo le dije que iba a comprar y que lo que me interesaba era comida para la cena. No, me dijo, ahorita no estamos atendiendo, estamos ocupados. "Pero no ha cerrado la tienda, la tiene abierta." le argumente. "Cuando no venda cierre la tienda así ni yo lo molesto a Ud. ni yo me molestó viniendo a tocarle." Y no me vendió de la cólera, el viejo seguidor de la religión del amor sobre todas las cosas. La situación me resulta risible porque esa familia que ti...