Charlie Flores

                                    Un día de estos conocí a un profesor de la universidad al que nunca le había dirigido la palabra pero que sí lo veía generalmente en el campus. Para dirigir me con urbanidad y buenas maneras así como para ser amable me presente. "Hola, soy Carlos, mucho gusto. Siempre lo veo por aquí en la mañanita. Nos toca mañanear ¿verdad?" Y me dice: "Sí lo que pasa es que vengo a dar clases y como me necesitan aquí en la universidad yo siempre vengo. Yo soy sociólogo, y doy asesoría en trabajos de investigación...." Bromeando le dije: "... pero no creo que venga todos los días porque nunca lo he visto por aquí los domingos." Literalmente ignoró mi comentario y prosiguió con su interminable lista de logros académico. Me indicó que su trabajo de tesis era uno de los más importantes en el área de psicología porque también era graduado de esa licenciatura. Cuando estaba ...

                          Cuando iba a tercer grado le dije a mi mamá que me comprara los dinobots, los transformers dinosaurios, porque eran mis favoritos y siempre los veía en la tele. Así que, recuerdo, que ella me llevó a lo que en ese entonces era la Librería Hispanoamérica, un gran edificio localizado en el Centro de San Salvador enfrente del parque Morazan, era un gran almacén con varios niveles cada uno dedicado a una venta en particular de mercancías. Era un lugar al que siempre íbamos, pues mi hermano vivía en Estados Unidos y allí en el segundo nivel estaba el Correo Nacional que era donde mi madre depositaba sus cartas. Yo nunca me cansaba de ir a ese lugar pues era muy impresionante y muy estimulante para la imaginación, pues contaba con una bonita decoración, variedad de productos e instalaciones muy modernas o al menos así era como yo lo percibía. Ese día que fuimos mientras ella realizaba sus transacciones...