Cultura salvadoreña ante el coronavirus
La gente se toma esto de la epidemia con mucha preocupación que se nota que no deja de afectar su psiquis de forma grave. En el diario vivir de San Salvador algunos muestran resignación a la "voluntad del señor" mientras otros claman que la "sangre de Cristo" es lo suficientemente poderosa para mantenernos a salvo del CORONAVIRUS. Esa respuesta actitudinal tiene su reflejo, claro está, en la conducta cotidiana, toda trastocada con el estrés de semejante presión ante lo anormal la noticia de tantos muertos en el mundo y la asechanza de la muerte tan cerca de los individuos, o al menos es lo que las percepciones amplificadas fundamentadas en la desinformación y la histeria colectiva generan en la interpretación del fenómeno.
El actuar como reacción a la presión del CORONAVIRUS, se vuelve bizarro y, desgraciadamente, hasta violento a cada momento en la interacción de las colectividades. Ayer me subo al bus e inmediatamente noté en la 31 que en la entrada estaba un botella de alcohol gel, pagué a un motorista que me cobraba con al mismo tiempo que usaba guantes de látex y una mascarilla, algo que se sentía bien surreal como salido de una película hollywoodense. Ya en el asiento noto que se sube un muchacho y me llama la atención que toma alcohol gel no sólo para desinfectarse las manos, sino que también los brazos y aunque no se crea hasta el rostro, pues inmediatamente se empezó a lavar la cara con el alcohol gel. "Solo falta que se bañe con el liquido." pensé.
Ya de regreso a la casa en el transporte, se sube otro muchacho a vender galletas y ante la frustración de mover su producto comercialmente, empieza a decir al público en el vehículo que aprovechen porque ya viene el CORONAVIRUS y entonces se van a preocupar y no van hallar que hacer. A lo cual un señora le dice con vos sería y muy enfadada que ni en sueños dijera eso, pues en otros países eso no era broma. El jóven como de 16 años se le queda viendo incrédulo y hasta con despreció. Error fatal un hombre viejo se levanta le da con la mano en el pecho y lo tira contra los asientos a la vez que le dice: "Vos hijo de puta sos el que no va hallar que hacer." La gente le decimos que se calme y por esa razón ya no lo golpeo.
En Metro porque fui a dar una vuelta para ver si estaba lleno y a curiosear para ver si ya el coronavirus había vaciado ese centro comercial, descubro que hasta miedo me daba toser o limpiarme la garganta pues se siente la presión del público y se vuelve impredecible su actuar. Ya de manera natural somos un pueblo violento, machista, mal hablado y ligero para actuar iracundamente.
Es una neurosis colectiva sin duda y pensaría yo que hasta exagerada, pues no hay ningún caso reportado en el país, algo de lo que se jacta el gobierno, pero luego hasta donde sé no se están pasando los exámenes detectores de la enfermedad a nadie en ningún lado. Ah, para colmo los diputados actúan histéricamente así como lo hace el mismísimo presidente, en el caos del vuelo de México. Todo mundo pareciera olvidar que ningún país se puede sellar totalmente que en El Salvador por tener una economía injusta si muchos no salimos a trabajar, no obtenemos lo mínimo para subsistir y peor aún olvidamos que la mejor manera de derrotar a la epidemia es por medio del contacto con su virus para volver al sistema inmunológico propio resistente al virus, y esto se hace ya sea por medio de una vacuna o por relación directa con la enfermedad. ¡Imposible que tarde o temprano no vaya aparecer un caso en nuestros país, la pregunta es si un país con un sistema de salud abandonado como el nuestro, estará listo para ello!! Ya Cuba nos demostró de lo que es capaz un país listo en la medicina para lidiar con esta clase de epidemias, al haber permitido el ingreso de enfermos europeos para tratarlos, mostrando así solidaridad con el resto de la humanidad entre otras cosas como la vacuna que ha facilitado a China para combatir este mal.
Carlitos Flores
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