Manjar de los dioses
Esta es una fruta que estimula fuertemente a cualquier persona o mejor dicho a cualquier persona con gustos culinarios celestiales. Difícilmente los mortales puede escapar a esta paradisíaca fruta que de seguro siempre acompaña a los dioses sempiternos para que su majestuosidad sea completa. El sagrado melocotón atrapa desde el primer momento en que la vista se posa en él. Su áureo brillo mezclado con el ensangrentado color de la vida es lo primero que atrae la atención. Son sus colores los que estimulan como una gran obra de arte. Amarillo al por doquier, rojo esparcido parsimoniosamente y azul difuminado por aquí y por allá. He allí el poder de su seductora corteza. Lo excelente siempre va de la mano con la fatiga humana. La dorada apariencia del melocotón sólo es comparable con el amanecer o atardecer más esplendoroso que te puedas encontrar, pero también es como ese metal maravilloso por el cual los humanos se han afanado etern...