Siempre lo he dicho la cultura de los salvadoreños como regla general es una verdadera /miƐrdα/. La gente siempre dispuesta a humillar a los demás y con sus complejos de inferioridad siempre ven de menos y tratan mal al prójimo. En las relaciones sociales entre desconocidos y los supuestos amigos siempre hay competencia por sobresalir en el grupo pero de manera negativa burlándose y destruyendo la autoestima de cualquiera que no la tenga bien cultivada. Solidaridad, respeto, empatía y camaradería es lo que menos se encuentra. Lo primero que hacen los amigos cundo se encuentra es llamarse "culeros", hay unos que hasta se golpean, entre las mujeres, la norma son las críticas a la ropa que usa la gente, a la apariencia y al chambre. El machismo, el clasismo, el racismo histórico, la violencia histórica, y el irrespeto al prójimo permea por todos lados y a toda hora. Y no se diga si hablamos de relaciones de poder y clasismo. ¡Un salvadoreño con poder que nunca ha tenido nada y que nunca ha tenido una influencia de ningún tipo, le das un puestecito de poder y lo abusa!! Ahí están los vigilantes, los jefecitos se creen dueños de empresas y mal tratan a los empleados.
Yo uso unos pulseras rosadas, moradas, negras, grises y verdes porque he estudiado un poco de teoría de colores y considero a estos colores importantes por dos razones: primer porque no aparecen en el circulo cromático, segundo por que son los colores reales que se encuentran en la naturaleza. Pues ayer me subo al microbús de mi colonia y un vecino que es vigilante al cual nunca le he hablado, gritó: miren ese culerito que se va subiendo." Me emputé tanto que lo volví haber y le grite: "y a vos que te importa lo que yo sea pues hijue la gran puta". El tipo se levantó y empezó a caminar en mi dirección con el propósito de golpearme. Eso me molestó más, así que abrí la bolsa de mi bolsón y saqué gas pimienta, decidido a utilizarlo y a que pasara todo lo que tenía que pasar, empecé a caminar también en contra de su dirección. Cuando el tipo vio que saque el gas, ya se tranquilizó y se fue a sentar y sólo se quedo discutiendo verbalmente. He tenido experiencias violentas similares con gente desconocida por eso a veces ando cargando electrocutadores o gas pimienta pero es como defensa no porque se mi interés dañar a nadie. De esa manera ya he evitado hasta que me asaltan esos buitres que se suben a los buses se sientan al fondo de los asientos, desde dónde buscan víctimas a quiénes a saltar.
Pero no se crea que esta es gente mala y violenta, es la excepción; en realidad es la norma en esta sociedad enfermiza (no lo digo yo lo dice un psiquiatra en un libro que leí hace unos tres años, el llama a nuestra sociedad, una "sociedad esquizofrénica") . Cuando uno busca trabajo también imperan expresiones de violencia que violentan la dignidad humana, he aquí algunos ejemplos clásicos: "buscando trabajo y rogando a dios no hallar", "si necesita el trabajo tiene que hacer cualquier cosa, lo primero que le salga", "donde manda capitán, no manda marinero", "necesitado y con garrote", y un gran sin número de clichés que en nuestra sociedad buscan atropellar la dignidad humana con tal de justificar estúpidamente, el abuso, la violencia, la explotación, el maltrato, la violencia psicológica y hasta violencia física. Y lo peor muchos salvadoreños sumisos, dispuestos sólo a bajar la cabeza y dejar que nos pasen en cima, que nos dejen atropellados, sin dignidad, si autoestima, con vergüenza de ser nosotros mismos y sintiéndonos culpables como si no fuéramos humanos, personas dignas de derecho y respeto. ¡Derechos y respeto que nos debemos entre todos en la sociedad y, sobre todo, por los cuales el Estado está obligado a velar tanto jurídicamente como financieramente!!!
¿Acaso la carga tributaria no descansa únicamente en los hombros de los pobres, de los más necesitados, de los obreros para quienes nunca hay eluciones ni alusiones fiscales¡¡¡
Comentarios
Publicar un comentario