Democracia o autoritarismo, guerra rusa para someter al pueblo ucraniano y acabar con su soberanía

C.A.F. 

        En el contexto mundial actual, en el que ocurre un creciente poder del bloque autoritario chino-ruso, los países democráticos del mundo deben unir fuerzas diplomáticas, económicas y militares para apoyar a Ucrania, de manera que la acción bélica invasora rusa sea derrotada y, así se pueda parar la escalada ascendente de estos regímenes autocráticos que fomentan el autoritarismo e irrespeto de los derechos humanos tanto en la praxis política como en la concepción ideológica que estos gobiernos aplican a la gestión de los estados en el mundo.

        La civilización de la libertad y la democracia está de nuevo en peligro, hoy a principios del siglo XXI como consecuencia de la Rusia de Putin que añora el sueño soviético de autoritarismo estalinista, en lugar de enrumbar a su nación por la vía del desarrollo y la libertad política a través de la construcción de una democracia que finalmente lleve a los rusos por el rumbo de la soberanía política y que acabe, de una vez por todas, con el autoritarismo tradicional que históricamente ha reducido a este pueblo a la condición de siervos sin derechos ante un estado despótico de corte zarista.


        La historia ya ha mostrado en repetidas situaciones que una Rusia autoritaria, ya sea de corte zarista o socialista, privilegia sus objetivos políticos hegemónicos, o los intereses de sus lideres tiránicos, ante los pueblos de los países que le rodean a los cuales siempre ha terminado sometiendo por la fuerza bruta, a los que ha castigado con los gulags de Stalin o a los que ha terminado hundiendo en el holodomor como ocurrió ya hace casi cien años con Ucrania. Es en este contexto, y en parte a estas razones, que las naciones bálticas y del sur han generado sentimientos nacionalistas y de independencia, así como sentimientos de animadversión contra Rusia la cual de nuevo trata -con un Putin delirante- de repetir el ciclo histórico de reducir a sus pueblos hermanos a la servidumbre. En su estrategia geopolítica, Putin trata de ganar espacio vital acosta del sometimiento y el arrebatamiento de la libertad a los ucranianos, a la vez que amenaza al resto del mundo con su modelo de Estado totalitario. Así la actual situación, las naciones democráticas deben unir esfuerzos paras  realizar un giro en favor de las aspiraciones de autodeterminación de los ucranianos y, por ende, del mundo libre.


        La invasión rusa buscó desde el principio, el objetivo político de terminar con la independencia del pueblo ucraniano para convertirlo en un Estado vasallo, al mismo tiempo que trataba, todavía lo intenta en el 2022, de balcanizarlo, sin importar que en el proceso se ceba a la población de manera indiscriminada. El propósito principal de Putin es debilitar a Ucrania para practicar el imperialismo político como quedó demostrado en 2014 cuando atacó a esta nación para anexarse la península de Crimea y arrebatarle el lado oriental. En cuanto al segundo objetivo, fracasó en su proyecto, Rusia, pero el logro de la anexión de Crimea le  confirió dominio imperialista del Mar Negro con lo cual logró abrirse  la oportunidad de establecer predominio y preeminencia en Europa oriental, en el Caucaso, en el Medio Oriente y, también, ejercer influencia en Irán.

        Hoy a mediados del 2022, al menos en su apología a la “operación especial militar”, el líder ruso ha sido sincero, pues en ningún momento ha mencionado que el ataque tenga como prioridad mejorar el bienestar del pueblo ucraniano. Los ejes principales son la supuesta desnacificación del Estado y la realización de una guerra preventiva que le permita desmontar el peligro que Ucrania representa al permitirle a la OTAN convertir a ésta en una posición antirrusa. Este discurso del Kremlin por lo menos debería ser suficiente para convencer a los rusos de que la guerra es justa y noble, asimismo debería de justificar los más de 30 000 soldados rusos que han perdido la vida en Ucrania para esta fecha, pero no es suficiente para un analista objetivo de la coyuntura del momento. Por un lado, es un hecho que no es la OTAN la que llega a hegemonizar en Ucrania o a los países del báltico, es el temor de estos pueblos a volver a caer en el autoritarismo y más despiadado sometimiento ruso, lo que las fuerza a buscar no sólo protección militar sino formas económicas productoras de riqueza y hasta democracia en lo político para tener un mejor futuro alejado de la tiranía rusa. Por otra parte, el argumento de la desnacificación resulta totalmente irrisorio, ¿cómo podría un  grupo nazi o neonazi aliarse con un presidente de orígenes judíos? 

        La OTAN tuvo sus orígenes en el conflicto de la Guerra Fría, se organizó y se formó en el contexto de una posible guerra total contra la Unión Soviética como mecanismo que se activaría en un supuesto holocausto nuclear o como una medida disuasoria para que el enemigo se abstuviera de atacar. En ese sentido ha tenido su papel histórico, pero no como un mecanismo de intervención imperialista y, es tan así está realidad, que, a finales del 2019 el presidente francés, Macrón acusó a la OTAN de “caer en una muerte cerebral”, o sea de no estar preparada ni siquiera para defender a Europa en un nuevo contexto militar mundial. Se debe señalar que es innegable el hecho de que Estados Unidos haya utilizado a la OTAN como ejercito auxiliar en la guerra de Iraq o como un elemento estratégico terciario del rediseño geoestratégico en el Medio Oriente, pero de eso a afirmar que la OTAN tiene una agenda hegemónica ya es otra cosa que dista mucho de lo que muestra la realidad. La intervención de la OTAN en 1999 en Yugoslavia, a diferencia de lo que muchos quieren creer, no fue un ataque imperialista, todo lo contrario fue una reacción que buscaba detener la limpieza étnica contra la población albanesa de Kosovo, una masacre que se realizaba en el mismo corazón de Europa.

        Putin es un líder político de mediados del siglo XX, por lo cual su visión del mundo está contaminada con el autoritarismo de Stalin y Hitler, así como por el dominio soviético que imperaba en ese tiempo. Estos elementos más su propósito de mantener su régimen opresivo político estatal, le hacen aspirar a la construcción de una superpotencia nuclear que ocupe el lugar de la URSS. Con este propósito, necesita aplastar la soberanía de sus naciones vecinas, acosta de las cuales pueda realizar expansiones territoriales como lo hizo la URSS y acosta de las cuales pueda eregir su gran Estado autoritario con el cual pueda participar de la nueva repartición política del mundo tanto con China como con Estados Unidos. 


        Al proyecto político de Putin, sin embargo, se opone su dictadura ultra conservadora tradicional que arrebata derechos fundamentales y políticos a los ciudadanos rusos los cuales no sólo no tienen participación en la toma de decisiones del Kremlin, sino que sufren de la opresión del régimen en caso de mostrar desacuerdo. A este respecto, la OVD—info, registró la captura de 850 ciudadanos rusos en 23 ciudades por salir a protestar contra la invasión rusa en contra de Ucrania en febrero de este año, 2022. También, la gestión de una economía corrupta de amiguetes de Putin en la cual sus aliados políticos gozan de la mejor parte de la tarta económica, pone en riesgo el desarrollo de la nación rusa. Todo esto es importante, pues en caso de permitir que una nación vecina como Ucrania, se lograra desarrollar en lo económico gracias a sus recursos naturales y, peor aún para Putin, en caso de que Ucrania fuera capaz de construir una democracia de corte liberal exitosa, eso sería un verdadero dolor de cabeza para el régimen ruso. Definitivamente, Ucrania sería un gran riesgo para el statu quo ruso y por eso no se le puede permitir existir más que como un estado vasallo, sometido a la total voluntad de Putin.

        En el artículo escrito por Putin el 12 de junio de 2021, el líder ruso, señalaba que Ucrania está unida a Rusia por lazos culturales, históricos y religiosos. Ucrania es el “corazón de la nación de los rusos” y un “elemento central de la identidad rusa”, indicaba en el mismo.  De igual manera, afirmaba que Ucrania es una nación eslava hermana que se estaba convirtiendo en una barrera entre Europa y Rusia. Lo que el dictador olvidó mencionar fue el Holodomor, y la violencia brutal estalinista con la que los rusos aplastaron los sueños de independencia de los ucranianos a principios del siglo XX. Siempre en este sentido de su discurso, habría que preguntarle al mismo Putin por qué si los ucranianos son un pueblo hermano eslavo ruso, hoy en día el ejército ruso realiza un ataque bélico inmisericorde contra estos hermanos a los que bombardean en sus ciudades, a los cuales arrojan misiles que caen en zonas civiles como escuelas, sitios de residencias y hasta en centros comerciales repletos de hermanos eslavos ucranianos. ¿y cómo se explicaría la masacre de Bucha! La respuesta es obvia, se explica como el fratricidio de Putin en contra de sus hermanos eslavos, sin duda.   

        Es innegable el papel geoestratégico y geopolítico que Ucrania juega para Estados Unidos. Ya que Rusia es una potencia nuclear y militar y ese hecho es innegable, resulta necesario para Estados Unidos contenerla de manera que se pueda parar el efecto disruptivo de la influencia euroasiática tiene en la política tanto en la Europa Occidental como en la Europa Central y en los Balcanes. La manera más efectiva, para acometer este objetivo, es la democratización de Ucrania y la consolidación de un estado ucraniano fuerte. Tampoco, se pueden ignorar las riquezas naturales con las que cuentan los ucranianos y su importancia como granero para varios países del mundo. Pero esto se debe ver en el marco de la lucha de dos visiones de mundo, en las cuales predomina, la autodeterminación de los pueblos y la imposición del autoritarismo del bloque ruso-chino. Las democracias no son perfectas y las naciones democráticas también se convierten en grandes imperios. Aquí habría que preguntarse cuál de los dos sistemas imperfectos es peor y la decisión correcta sería que el mejor sistema es aquel que no es despótico y que tiene valores en los que prima la libertad y la democracia de sus ciudadanos, así como el ideal de los derechos humanos.

        La globalización permite la alternativa de realizar el movimiento comercial que más favorezca a una nación por muy pocos márgenes que establesca. Una autocracia, por otro lado, no da oportunidades. En este sentido de imperialismo económico, tambien se debe mencionar que se debería ser muy ingenuo para creer que Rusia no gana nada con la invasión de Ucrania. Hay que recordar que los oleoductos con los que Rusia suministra gas y petróleo a Europa, atraviesan Ucrania. Asimismo, una balcanización de Ucrania y desmembramiento de sus territorios le permitirían a Rusia controlar militarmente y comercialmente al Mar Negro, al mismo tiempo que le permite expandir su influencia geopolítica por muchas regiones del mundo, principalmente el Cáucaso y otras como ya se mencionó anteriormente.  

        Si Rusia optó por la invasión, el pasado febrero de 2022, como un mecanismo militar para impedir que Ucrania se convirtiera, según el discurso del Kremlin, en un bastión de la OTAN desde donde pudiera atacar a la Federación Rusa, entonces los objetivos rusos fracasaron. El hecho es que este argumento carece de veracidad, ya que no es antes de la invasión rusa que la OTAN se empezó armar, sino que es como resultado de la misma que Alemania y los países del Este, miembros de esta organización occidental, se han visto forzados aumentar su gasto militar para protegerse de las ansias de expansión del oso del norte. Suecia y Finlandia han actuado en consonancia y ahora han pedido forma parte de la OTAN, aun cuando antes por temor a Rusia preferían la neutralidad, pero viendo la violencia a la que Putin somete a Ucrania y conociendo la mala experiencia de los finlandeses, sus gobiernos no han tenido otra opción. En la unión está la fuerza y estos países lo han comprendido a tiempo. Rusia olvidó o mejor dicho no le importó que Ucrania cuando declaró su independencia, 1991, haya decidido entregar las armas nucleares a sabiendas que quedaba a merced de la potencia militar dominante, Rusia. 

        Entonces la guerra de Ucrania es una lucha entre David y Goliat en la cual se espera que Ucrania como David venza al gran monstruo que quiere acabar no sólo con la soberanía y libertad ucraniana sino con la soberanía de muchos países en el mundo en un proceso de exportación del modelo político autocrático de Putin. No hay que ir muy lejos, aquí en América Maduro goza del apoyo militar de Putin y aquí, todavía más cerca, en Centroamérica está la dictadura de Ortega que sigue a pie de página el modelo de dictadura de Putin. Las características de dicho patrón tiránico ruso incluyen la creación de leyes liberticidas, eliminación de la división de los poderes del Estado que pasan a estar totalmente subordinados a la voluntad del monstruoso dictador, uso de la fuerza para eliminar a la oposición y para reprimir a la gente, ataques contra periodistas y defensores de derechos humanos y declaración leyes de agentes extranjeros con la que se pretende quitar la financiación a grupos políticos que puedan constituir mejores opciones políticas a la dictadura en cuestión. ¡Esta es la razón por la cual Bukele buscaba el apoyo Ruso y trató de tener un encuentro con Putin¡ Por ultimo decir que el proyecto V-democracy de la Universidad de Gotemburgo en su índice mundial sobre la democracia ya advertía que la llegada de Putin al poder se constituyó en un punto de inflexión en la aceleración de los procesos de autocratización en el mundo.         


FUENTES

https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-62050750

WWW.esquire.com

https://www.bbc.com/mundo

https://theconversation.com/claves-para-comprender-el-conflicto-en-ucrania-178109

WWW.lasexta.com

WWW.telesurtv.net

https://sputniknews.lat/20220531/eeuu-utiliza-el-conflicto-entre-rusia-y-ucrania-en-interes-propio-1126050984.html

https://www.peoplesworld.org/article/como-los-intereses-estadounidenses-del-gas-natural-estan-alimentando-la-crisis-de-ucrania/

https://www.france24.com/es/minuto-a-minuto/20220712-biden-viaja-a-arabia-saudita-en-busca-de-aumentar-la-oferta-de-petróleo

https://www.bloomberglinea.com/2022/07/16/biden-espera-mayor-suministro-de-petroleo-de-arabia-saudita-tras-visita-al-reino/

https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-61514155

https://es.euronews.com/my-europe/2022/07/29/el-gas-ruso-un-arma-de-guerra-al-que-europa-hace-frente-conjuntamente

https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-53179084

https://prodavinci.com/el-mundo-en-dictadura-rusia-y-el-punto-de-no-retorno-de-vladimir-putin/

 

https://theconversation.com/la-rusia-de-putin-un-pais-vinculado-a-la-tirania-y-esclavo-de-sus-propias-decisiones-174263

 

https://www.amnesty.org/es/latest/news/2019/01/putin-has-given-chechnya-free-rein-to-persecute-lgbti-people/

 

https://www.infobae.com/america/cultura-america/2019/11/30/orgullo-y-prejuicio-una-ley-feroz-y-la-amenaza-pederasta-una-mirada-a-la-vida-gay-en-rusia/

Hinde Pomeraniec

 

 

https://alternativaseconomicas.coop/articulo/actualidad/represion-sospechosos-en-la-rusia-de-putin

https://www.swissinfo.ch/spa/-un-centenar-de-leyes-que-restringen-la-la-libertad-de-prensa-han-sido-aprobadas-en-rusia-/47712920

 https://historia.nationalgeographic.com.es/a/holodomor-gran-hambruna-ucraniana_15338 





  

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