La carne y el respeto a los seres vivos.
Ayer me citaron al sindicato para hacer trabajo gremial y nos reunimos cerca de la UES. Mas no sabía yo que ese hecho me enrumbaría a una lucha épica de dimensiones descomunales, toda una epopeya en términos míticos y narrativos sin lugar a dudas.
Terminamos la labor y me retiré, pero cuando "cabalito" iba pasando por la UES, ¿Qué creen que me sucedió? ¿Habrá sido un encuentro del tercer tipo con extraterrestres tratando de secuestrarme para obtener un espécimen guapo y hermosamente deslumbrante para estudiarlo y llevarlo a otra galaxia muy pero muy lejana " in a galaxy very, very far away"?...no, en realidad, fue algo más complicado sin duda más mundano.
...me encontré con los choripanes, y lo peor es que estaban irresistibles. Así que inició esa lucha entre mi ser interior filosófico y mi ser vulgar de hábitos antropófagos e irrespetuosos a la vida de las distintas especies.
¿Qué decir? Era una lucha de titanes, en la que por ser yo un simple ser mortal, llevaba todas las de perder. Así que caí víctima de mis peores vicios, de la demencia que se apoderó de conciencia y , así caí, en lo más bajo, al nivel de lo pútrido que fue el peor de mis males, mi total perdición.
"Deme dos choripanes." grité a los cuatro vientos, mientras de lo más recóndito de mi ser, desde esa alegoría de la caverna de Platón, se podía escuchar un rugido tremebundo que gritaba: "Injusticia, traiciona el pacto mítico de los veganos. Es un engendro hecho para habitar el Hades por toda la eternidad."
!Nooooo, no es posible, por Pólux y Castor, por Zeus Olímpico, no puede ser¡¡¡ Y en realidad no era posible, pues actué con la astucia de Odiseo que con su sagacidad y consejos de Atenea Palas, la diosa ojos de Búho, pude obtener la sabiduría para ordenar los hot dogs sin carne, sin los típicos chorizos que se les coloca por dentro. Ahora sé que mi lugar de origen y pertenencia es el Olimpo donde como un ser semi divino, he de permanecer por el resto de la eternidad, brindando a los Dioses la oportunidad de gozar con mi presencia.
Jajajaa, bueno es parte de ese momento en el que libero mi creatividad o mejor dicho mi locura. Yo sé que la carne no tiene sabor y que el sabor se lo dan las especias, de hecho, el ser humano para poder digerir toda esa grasa y desagradable sabor de la carne, siempre ha tenido la necesidad de aderezarlas. Por eso yo como choripanes y carnes con pollo, pero sin carne consciente de que siempre conservan el mismo sabor, siempre y cuando no deje de ponérseles las especies respectivas.
Carlitos Alfredito Flores
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