El Karma de la Guerra Civil salvadoreña sigue rondando nuestros vecindarios

                                                                                                                                Carlos Alfredo Flores

   Es terrible lo que voy a decir, más hez menester explicar lo que ahora sobre salta a mi ser. Aquí en mi colonia hay una señora que tiene dos años de estar muriendo y sufre mucho en el proceso. ¡Sufre tanto que uno se pregunta por qué no muere de una vez! Perdió la razón y luego terminó cuadripléjica en una silla de ruedas. A veces paso por su casa y la escucho quejándose del dolor. La señora grita de dolor en extremo, se oye por toda la calle principal y eso nos desconcierta a todos los vecinos. Yo creo que nadie le puede ayudar con su patología y uno se siente mal y a veces uno piensa por qué el universo es tan cruel con algunos. Lo mejor sería morir de un infarto y no sufrir ni tener que molestar a nadie para que la gente no se canse de uno cuando agonizamos. El otro día yo iba pasando por la casa de esta señora y de nuevo los gritos que estremecían a cualquiera, cuando dos señoras que se encontraban en el lugar dijeron el nombre de la señora agonizante y señalaban lo mismo, se preguntaban cómo era posible que esta enferma se encontrará en situación tan deplorable, situación tan miserable antes de morir...


....Sin embargo, yo recordé en ese momento quién era la doña. En un deja vu, mi mente mi mente me llevó a los 80´s y empecé a recodar esas situaciones cuando hombres civiles extraños aparecían en la colonia donde no vivían y nadie los conocía. Venían a hacer preguntas a las personas y en algunas ocasiones, así mismo la gente mencionaba que en vehículos jeep estos mismos civiles se llevan a vecinos que nunca más volvían aparecer.
Eso le pasó al peluquero que me cortaba el pelo cuando esta yo pequeño, se ponía hablar con la gente. Al respecto mi mamá me decía que había que tener que cuidado pues hablaba más de la cuenta, era un deslenguado. Pues bueno pasó lo que tenía que pasar un día a parecieron esa gente de civil extraña y al día siguiente el peluquero estaba muerto, ahí estaba tirado en la grama de la acera de la Calle Principal. Yo no lo olvido porque iba a la escuela con mi mamá cuando le encontramos; allí estaba con los ojos bien abiertos. Lo que era extraño para mí pues no concebía en ese momento cómo un cadaver podía tener los ojos tan abiertos, tan expresivos, tan vivos si es que estaba muerto.

"Ya sabíamos que tarde o temprano, la iba a cagar", decía la gente que estaba allí. De vez en cuando, también, los extraños de civil se aparecían, llegaban a las casas, botaban puertas, agarraban a balazos a alguien y se retiraban. "Ya le habían puesto el dedo", decían los vecinos entre comentarios cuando se daban cuenta o se encontraban con los cadáveres, pero eran cuidadosos sólo entre ellos hacían esos comentarios, nunca enfrente de un desconocido. Aquí en mi pasaje a un muchacho de 16 años, un día en la casa de la señora que ahora agoniza llegó a pedir comida, pobre no sabía que allí estaban los civiles no vecinos de la colonia que lo agarraron a balazos. "Tan joven y tan muerto", indicaban los comentarios populares. Esta hoy enferma justificó el asesinato del muchacho, según los vecinos, señalando que el joven era una lacra.
...Ya yendo al punto sin ningún miramiento y tapujo, permítanme bajar la voz para que no escuchen los extraños: "esta señora era oreja...", o sea que ponía el dedo a los vecinos sin importar que no se metieran en nada y luego los desparecían o los venían a matar.
Eso me hace pensar y explica el presente no libre de culpa y mucho menos libre su propio pasado: el universo le cobra a uno sus fechorías, antes de irse de este mundo. Ahora cuando pasó por la casa de la señora y la escucho gritar del dolor, sólo pienso en que paga más de algún muerto que por su lengua fue asesinado. Lo extraño es que sólo yo parezco recordar esta situación, pues no escuchado a nadie decir nada al respecto.
Soy ateo, pero ahora pienso que de alguna manera el universo se las arregla, el universo de alguna manera tiene la posibilidad de poner en movimiento el engranaje del karma por lo cual me digo a mí mismo: "Hay que andar con cuidado en esta vida porque el karma esta a tus espaldas, listo para entrar en acción si tu lo mereces y tus acciones lo exigen."

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