Roma Soy Yo, sintética reseña de la novela.

 


Finalmente, terminé de leer Roma Soy Yo de Santiago Postiguillo. Casi se podría decir que me he vuelto fan de su novelas históricas las que disfruto mucho leyendo porque me transportan al mundo romano, a los tiempos de sus grandes luchas y al cenit de construcción de poder político imperial.



A esta novela se puede aplicar la frase del historiador italiano Francesco Bertollini, según el cual Roma se estudia ya que "...es el gran laboratorio de los procesos políticos..." y yo agregaría de las luchas de poder y hasta de sobrevivencia de sus grupos sociales. Esa es la salsa que le da su condimento a las novelas de Postiguillo, la exposición de las luchas por el poder entre las facciones de los optimates y la lucha entre este grupo contra los populares. Esos complots y la acción política no ética de los senadores corruptos, son las que hacen al lector disfrutar la lectura del discurso histórico de Postiguillo; uno se mueve entre el disgusto, el amor, la frustración y el odio a los personajes de sus novelas.
La novela es interesante para cualquier persona, pero resulta un herramienta metodológica relevante para los historiadores, pues al formarse una visión global de la narrativa con sus elementos bibliográficos, el novelista expone su método de reconstrucción de la cultura del pueblo romano: su cotidianidad, su cosmogonía, su experiencia lingüística y esa dimensión particular que le da a este pueblo su unicidad en el mundo Mediterráneo.
Al final de cada novela Postiguillo hasta recomienda la bibliografía que él ha consultado para reconstruir la vida de sus personajes y eventos históricos. En este caso particular de Roma Soy Yo, hasta explica en su nota histórica como con la ayuda de un abogado, experto en el derecho romano ,fue capaz de reconstruir el juicio contra Dolabela cuya acusación está a cargo del gran Julio Cesar.
Ya aterrizando un poco más se podría decir que en esta novela se aprende latín, se familiariza uno con los eventos históricos importantes de Roma, es sus tres etapas principales: la República, la Monarquía y el Imperio. Un elemento narrativo que languidece en la narrativa del novelista es la dimensión militar de las acciones bélicas de las legiones, pero aún así se disfruta, al mismo tiempo que se hacen críticas.
Las mejores novelas de Postiguillo, en mi opinión son Los Asesinos del Emperador y Africanus: el hijo del Cónsul. Sin embargo, esta novela que reconstruye la juventud de Julio Cesar, resulta muy educativa a la vez que brinda la oportunidad de viajar dos mil años atrás en el tiempo y socializar con esta gente de manera personal como hacemos los humanos, piel a piel, sentido a sentido.
C.A.F.

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