La vida entre los firulais y las cucarachas: no dando por sentado la vida
Esta esperando por el microbus en la mañana cuando logré notar que estaba un firulais bien echado te en la calle, sin miedo a que lo atropellaran.. Yo sé que los motoristas los respetan, ya no es como antes que los atropellaban de forma cruel, pero aun así hay que pensar que los accidentes pasan. Así que lo empecé a regañar al firulo. "!Qué no ves que te van atropellar, pasmado; quitate de allí; la calle no es sitio para dormir." Le decia yo sin que ni siquiera hiciera el animalito la más minima intención por moverse. Me acordé que andaba unos panes y se los mostré y para que se moviera se los tiré en la acera. ¿Qué creen que hizo? Llegó a olfatear el pan y cuando vio que no era carne me los despreció. "Callejero y gustoso, sin duda, así somos los pobres.", me dije para mis adentros. Lo importante es que se acostó en la acera -se dice: se echó. No, yo, pues no soy especista.
Ya acostado en la acera firulas, me puse a tratar de comprender su vida: "No tiene futuro, quizá no tiene ni siquiera nadie que le de comida de manera segura, pero allí está bien tranquilo disfrutando de la vida...y tampoco tiene cuenta de ahorros ni seguro de vida, ni fondo de previsión de vejez, por tanto no hay AFP´S que le "gueveyen" el pisto, Empero es un animal como yo, pertenecemos a la familia del Reino Animal, somos mamíferos. No comprendo realmente." En ese momento, recordé la teoría de este japonés que estudia a los simios y comprendí inmediatamente la mala suerte que tenemos los primates humanos. La Cognitive Tradeoff Hypothesis, sí así se llama: La hipótesis del Intercambio cognitivo, mis poderes de traductor hicieron que una chispa resplandeciera en mis ojos.
En medio de ese discernimiento me encontraba cuando una cucaracha se atrevió a salir corriendo del zaguán de la tienda y era obvio que iba a pasar entre firulo y yo que soy un primate homínido -quizá más en involución que en evolución-cuando tuve ese pensamiento de Dominus et Deus, por lo cual con toda la prepotencia y arrogancia humana del mundo decidí proclamar mi derecho de señorío a los cuatro vientos...pero la observé lentamente: tenía patas largas que le ayudaban a correr muy rápido y antenas muy largas, al mismo tiempo llevaba las alas abiertas como si fuera a emprender el vuelo, de esa forma se le veía el cascaron rojizo, qué desagradable. Si la aplastaba de seguro me iba a untar el zapato de ese líquido que llevan dentro la cáscara. !Qué asqueroso que iba a resultar¡ En todo caso, era necesario meditar y concluir que sólo era otro ser luchando por su sobrevivencia, así como yo o como Ud. "!Qué culpa tiene una cucaracha de ser cucaracha, o una rata de ser una rata, o un diputado de ser diputado¡·" Retrocedí un pasó y le permití pasar entre mi persona y firulo, sólo alcancé a decirle: "Buenos días señora cucaracha, espero que tenga un día encantador." Y cabal como era de esperarse, se metió en el apestoso tragante. !Quién dice que la vida no es interesante¡
C.A.F.
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